Mineras canadienses: Ejemplares en su país, corruptas y saqueadoras en México

- Si es de tu interés este artículo, apoyanos compartiendo en tus redes sociales favoritas y de esa manera también incentivando a tus amigos que crees les pueda interesar a que nos lean.

Mineras canadienses: Ejemplares en su país, corruptas y saqueadoras en México

Foto de Internet/ Dale me gusta si apoyas a Carmen Aristegui
 
 Hacen aquí todo lo que no pueden hacer en su nación: tienen impuestos ridículamente bajos, contaminan y envenenan las tierras donde medran, pagan salarios miserables, se burlan de las leyes laborales y a base de corrupción despojan a campesinos y a pueblos indígenas. 

Son las mineras canadienses, a las cuales sucesivos gobiernos mexicanos han otorgado concesiones que ya abarcan casi la mitad del territorio nacional. 

 Un estudio gubernamental elaborado este año llegó a la siguiente conclusión: las empresas canadienses que asumen conductas ejemplares y responsables en su nación son “a ciencia cierta las empresas más corruptas cuando invierten en el sector minero en México”.

 El documento destaca que el país ha cedido irremisiblemente millones de toneladas de recursos no renovables y alerta sobre la pérdida de soberanía nacional por la entrega de la mitad del territorio en concesiones mineras –en su mayoría a firmas canadienses– por “los errores derivados de la sobreapertura comercial”.

 Elaborado por la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México (CDPIM) de la Secretaría de Gobernación, el Estudio de la minería en México. 

Un análisis comparado con Canadá –que Proceso pudo consultar– desglosa en sus 200 páginas desde los aspectos elementales de comprensión del sector minero hasta los casos ejemplares de los excesos extranjeros. 

Anuncios
 
 Entre las revelaciones del documento se observa que el gobierno mexicano ha ocultado información desde el sexenio de Ernesto Zedillo, cuando se incrementó el otorgamiento de concesiones mineras. Y previene:

 “Durante el desarrollo del estudio nos encontramos con la dificultad de que las bases de datos oficiales se alejan de la veracidad de los hechos, por lo que el estudio pretende identificar las lagunas y distorsiones, puesto que las cifras, estadísticas, datos e indicadores han sido disfrazados por las mismas autoridades”. 

 Con base en cuadros y estadísticas propios, la CDPIM demuestra que las mineras canadienses no pagan impuestos, no tienen restricciones ambientales suficientes y despojan a comunidades indígenas y campesinas por medio de la corrupción de sus líderes y autoridades… todo lo que no podrían hacer en su país. 

 México es el primer productor de plata del mundo, tercero en bismuto, quinto en plomo, noveno en oro y undécimo en cobre, por lo que la inversión extranjera en el sector minero ha crecido vertiginosamente en los últimos 12 años. 

 Según el documento, del total de mineras que operan en México, 70% son extranjeras. De éstas, 74% tienen participación canadiense y 15%, estadunidense. Con base en un estudio realizado en 2012 por el Instituto Fraser de Canadá acerca de los países con potencial minero, el texto de la CDPIM destaca que México aparece en quinto lugar debajo de Estados Unidos, Chile, Canadá y Burkina Faso. 

 Pero el mismo estudio revela que en cuanto a los indicadores político, económico y social México ocupa el lugar 53 de los 94 países evaluados, superado incluso por naciones poco desarrolladas como Botsuana, Namibia, Tanzania, Vietnam, Perú y Guatemala. 

 El análisis de la CDPIM resume con una expresión la contradicción de ese resultado con respecto al incremento de las inversiones canadienses: “México es el paraíso fiscal de Canadá en materia minera”. 

 Anuncios
La trasnacional canadiense Goldcorp, con sede en Vancouver, tiene varios proyectos en México, donde es la principal productora de oro (411 mil onzas en 2012). En su país se rige bajo la Ley de Impuestos Mineros de la Columbia Británica (Mineral Tax Act). 

 De acuerdo con esa ley, por la operación de una mina tendría que pagar 2% de su ingreso operativo más 13% de su ingreso neto acumulado adicional; dos impuestos sobre la renta (ISR), uno provincial de 10% y otro federal de 15%; tendría que haber tramitado una licencia social de operación, pagar permisos y trámites municipales; no disfrutaría una concesión de 50 años como en México y estaría obligada a seguir reglas y protocolos ambientales estrictos.  

Además tendría que someterse a la iniciativa Hacia una Minería Sustentable, elaborada por el gobierno federal y organizaciones civiles, lo cual la obliga a aplicar programas de protección ambiental, armonía y desarrollo comunitario e inclusión laboral indígena, entre otros aspectos. 

En México, Goldcorp sólo tiene que pagar el ISR, que además es acreditable gracias al Convenio de Eliminación de Doble Tributación, lo que implica que puede acceder a créditos o exenciones fiscales. Aquí el pago de su concesión es irrisorio. 

Por ejemplo, tiene 70 mil 900 hectáreas concesionadas en Sonora, donde explota una mina de oro. En 2012 sólo esa operación le produjo una utilidad bruta superior a los 2 mil millones de pesos. Pagó 5.70 pesos semestrales por cada hectárea de la concesión, un total de 809 mil pesos en el año, equivalentes a 0.039% de sus utilidades netas. 

 La información, expuesta ampliamente por el estudio de la CDPIM, establece que la legislación vigente sólo exige el pago de derechos conforme a la fracción II del artículo 27 de la Ley Minera y al artículo 263 de la Ley Federal de Derechos, que marcan de 5.70 a 124.74 pesos semestrales por hectárea. 

 Para el estudio se elaboró una tabla donde se muestran las contribuciones fiscales por proyectos mineros en Canadá con base en los resultados de operaciones de varias empresas. Ahí, por ejemplo, se puede observar lo que pagó (convertido a pesos) Agnico Eagle Mines en una mina registrada en Quebec, que en 2012 tuvo una utilidad bruta similar a la de Goldcorp en Sonora. 

 Agnico Eagle debió pagar por ISR provincial 262 millones 206 mil pesos, y por impuesto minero 352 millones 618 mil pesos, sin contar el ISR federal, que es acreditable, es decir, deducible o sujeto a exenciones. 

 El estudio de la CDPIM menciona que el gravamen de 7.5% a la minería, propuesto en la reforma fiscal de octubre pasado, es un avance pero aún insuficiente. 

Entre diferentes aspectos a mejorar destaca que, conforme a parámetros internacionales, en vez de catalogarse como derecho especial debe ser “impuesto a la minería”, debe aplicarse a los ingresos brutos y no a los netos, establecer ajustes para proteger y estimular a los capitalistas nacionales y dar facultades recaudatorias a los estados y municipios. 

 Con informacion de Proceso.com.mx

 Anuncios

 
 Es sumamente importante difundir este material,cuando en campaña Peña Nieto prometía que la Reforma Energética traería grandes beneficios para el país.