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En línea con sus “reformas” estructurales, que han resultado altamente lesivas a la calidad de vida de los mexicanos, el régimen peñista busca privatizar los servicios de salud mediante la “universalización” de los servicios de salud.
Así lo advirtió la diputada Araceli Damián (Morena), presidenta de la comisión de Salud y académica del Colegio de México.
De acuerdo con la diputada, el régimen peñista promovió el acuerdo de universalización entre la Secretaría de Salud (Ssa), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), con el objetivo de establecer paquetes de atención “básica” para las enfermedades comunes del cuadro de salud, y una segunda atención, de nivel especializado, mediante la concesión de estos servicios a particulares, informó La Jornada.
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Además, advirtió, se busca inhibir el uso de los servicios públicos mediante una sobresaturación de los mismos, ya que el sistema conformado por el IMSS, el ISSSTE y el seguro popular, sin recibir inversiones, contratar personal ni ampliar sus instalaciones, tendrá que atender a unos 13 millones de personas adicionales a las que ya atiende,con una política de simplemente proveer el servicio a la población, sin importar su calidad, simplemente para censar a las personas como “atendidas” por estos servicios.
Según Damián, la “partición” de los servicios de salud entre básicos y avanzados tendrá como consecuencia que sea más difícil atender enfermedades como las crónico-degenerativas, además de que se generará déficit y discriminación, pues los distintos sistemas de salud existentes tienen distintos costos para el usuario, en la forma de aportaciones, que no están siendo canalizadas al tratamiento de enfermedades que ya representan una enorme carga fiscal.
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Como resultado, indicó, habrá cada vez menos recursos para atender a la enorme cantidad de personas que requerirá servicios de salud, y que aumentará debido a que, afirmó, el peñismo pretende brindar atención a personas que trabajen en la informalidad, reuniendo ciertos requisitos, en un sistema ya de por sí colapsado.
Una parte de mexicanos terminará portando recursos al sistema, y otro no, lo que pronto agudizará la ya preocupante crisis.
